El
saldo técnico de IVA es la diferencia entre el débito y el crédito
fiscal.
Siendo
el débito fiscal lo que cobra el contribuyente inscrito en el
Régimen General a sus clientes en concepto de IVA y el crédito
fiscal es el impuesto que los proveedores le han facturado a él.
Cuando el débito fiscal es mayor al crédito, el contribuyente debe
abonar la diferencia al fisco. En caso contrario, tendrá un saldo a
favor.